Regional

La tragedia en el chocó se pudo evitar

Un triste suceso convertido en tragedia tiene lugar en el departamento del Chocó; el proceso de remoción en masa presentado hace unos días enluta hoy a todo un país, en este párrafo expreso mi solidaridad con todas aquellas personas que pasan por la difícil situación de perder a sus seres queridos.

No se sabe con exactitud cuantas tragedias más tendrán que ocurrir para que se asuma con seriedad la gestión del riesgo de desastres, no se sabe cuántas vidas más se tendrán que apagar para que el país invierta en la prevención y no sea tan reactivo; lo cierto es que este país tiene una deuda histórica con el conocimiento, deuda que hasta el momento no existen muestras de voluntad para que salden.

Colombia es un país ampliamente geodiverso, esto significa que cuentas con múltiples atributos en términos geológicos; sin embargo, en Colombia la mayor parte de las regiones no cuenta con estudios geológicos y ahí empieza nuestro gran problema. La gestión del riesgo de desastres busca identificar, diagnosticar, prever a través del conocimiento, la reducción y el manejo que ocurra un desastre, la incógnita es ¿Cómo trabajar sobre lo desconocido?, si el conocimiento no se encuentra a detalle, si no existen una amplia información detallada del suelo y el subsuelo ¿Cómo tomar medidas correctivas y prospectivas?

A la inestabilidad de los terrenos asociada por aspectos netamente geológicos como zonas de falla debe sumarse la ubicación geográfica del país; Colombia al encontrarse en el trópico presenta una alta variabilidad climática; ante el aumento de las lluvias, aumentan los deslizamientos; este proceso ocurre por la sobresaturación de los terrenos ante la infiltración del agua; entender el contexto geológico, climático, hidrológico de una región permite tomar acciones encaminadas a estabilizar las laderas (Bioingeniería).

¿Cuánto le cuesta al estado estos sucesos?; urge una política de estado que priorice el conocimiento en las regiones, desde hace varios años he mencionado una realidad en el departamento del Tolima y en su ciudad capital; no cuentan con un solo geólogo, no invierten en conocimiento para las regiones, no desarrollan mapas a escala, no promueven la prevención; hoy existen mandatarios que hablan de la seguridad, pero que lamentablemente entienden la seguridad como un asunto de pie de fuerza, pero no comprenden que la protección de la sociedad pasa también por proteger sus vidas ante estos fenómenos.

Mientras con la famosa frase de “desastre natural” se busca culpar a la naturaleza por lo sucedido para invisibilizar la responsabilidad del estado ante tragedias que podían evitarse; se opta por mercados como una solución.

La poca importancia que merece el conocimiento geológico para el gobierno central y las administraciones regionales tienen como resultados estos lamentables sucesos; que no solo limitan el desarrollo, también cobran vidas.

¡LOS DESASTRES NO SON NATURALES!

 

Por:

 

Jonathan J. Ortiz T.

Geólogo

 

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