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Obras del Túnel de La Línea de la mano con el medio ambiente.

De acuerdo a la información emitida por Invias, se adelantó la construcción del Túnel de La Línea cumpliendo con la  preservación el medio ambiente del área de reserva forestal de la Cordillera Central,  las cuencas hídricas, la  flora y la fauna, donde se sembraron 600.000 árboles que permitieron la recuperación de 553 hectáreas de bosque y el mantenimiento de 1.247 hectáreas de plantaciones con más de 1.400.000 árboles.

La construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, hoy referente para el país, favoreció la purificación de las aguas que se vierten a quebradas como La Gata y El Salado.

1.400.000 m3 de material de excavación del túnel principal fue trasladado y dispuesto en distintos sectores luego de ser sometido a tratamientos ambientales especiales.

El proyecto financió trabajos arqueológicos en la zona logrando la recuperación de 35.000 fragmentos cerámicos de las culturas Quimbaya y Pijao, las cuales habitaron la zona entre el año 0 y el 500 D.C.

Con amplia conciencia ambiental y totalmente sostenible fueron concebidas las obras del túnel de La Línea que serán dadas al servicio de los colombianos en la primera semana de septiembre, garantizando desde todos los ámbitos la preservación del área de reserva forestal de la Cordillera Central, así como de las cuencas hídricas y de la rica flora y fauna, propias de la zona que rodean al proyecto.

Igualmente y para beneficio de la comunidad, cada uno de los estudios, licencias ambientales y estrategias estuvieron enfocadas en ejecutar acciones que controlarán, mitigarán, compensarán y recuperarán los terrenos afectados por la construcción del túnel.

Así lo expresó la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, al afirmar que “el interés por la naturaleza se refleja en todas las acciones implementadas por el Gobierno nacional, así como en la inversión por $17.000 millones que llevó a cabo el INVÍAS y que compensa en parte la afectación ambiental propia de un proyecto vial de estas dimensiones, con las cuales se han beneficiado 671 familias en zonas de influencia del proyecto que cubre los departamentos de Tolima y Quindío”.

Con estos recursos, que provienen de la obligación ambiental impuesta por la  Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) que insta a los proyectos que requieran licencias ambientales a destinar 1% del total de la inversión para la recuperación y preservación de la flora y fauna de la zona afectada por el proyecto, se pudieron sembrar 600.000 árboles, recuperar 553 hectáreas de bosque y realizar el mantenimiento a 1.247 hectáreas de plantaciones con más de 1.400.000 árboles que conforman hoy bosques consolidados.

Igualmente, con la siembra de otros 121.000 árboles y el traslado de especies en veda como las epífitas (musgo) se contribuyó a la restauración de las cuencas de los ríos Navarco, Santodomingo, Bermellón y Coello y de las quebradas La Gata y El Salado, aumentando su diversidad biológica y recuperando zonas de importancia ecológica de donde depende el abastecimiento de agua para los habitantes del municipio de Calarcá.

Adicionalmente se realizó el traslado de más de un millón 400 mil metros cúbicos de material de excavación del túnel, que fue dispuesto en diferentes sitios de la zona luego de haber sido sometidos a tratamientos ambientales especiales.

Planta de tratamiento de aguas

El Director General del Instituto Nacional de Vías, Juan Esteban Chavarría, igualmente precisó que “el proyecto contó con estudios de impacto ambiental que permitieron minimizar las afectaciones sobre el paisaje en el entorno del proyecto y realizar diseños del eje sobre el corredor, que una vez aprobados por el Ministerio del Medio Ambiente sirvieron para llegar a acuerdos con la comunidad sobre las obras y atender sus reclamos”.

“El trabajo conjunto con la Defensoría nos llevó a conformar mesas ambientales, 28 en total, en las cuales participaron, además del INVÍAS, las corporaciones autónomas regionales de Quindío y Tolima, la Procuraduría, la Contraloría y las veedurías ciudadanas para realizar un seguimiento exhaustivo del proyecto. Trabajamos en la instalación de una planta de tratamiento de aguas residuales, que hoy es un referente en el país, para extraer los sólidos y purificar el agua que iba a la quebrada. Así logramos recuperar su cauce natural y cumplir con todas las exigencias de las autoridades ambientales”, explicó el Director General. (Experiencia que comparte en el video adjunto Juan Carlos Villa Bedoya, oficial fontanero del área ambiental.)

Sostenibilidad social

Sumado a lo anterior y reconociendo que la sostenibilidad de los proyectos no depende solo del cumplimiento de obligaciones ambientales, sino de que estos cuenten con estrategias que mantengan y mejoren la calidad de vida del entorno de las obras, el INVÍAS, en asocio con el Servicio Nacional de Aprendizaje –SENA, llevó a cabo programas de capacitación en proyectos productivos, generación de empleo e infraestructura comunitaria con impactos altamente positivos en los habitantes de las zonas aledañas al proyecto.

Actualmente, la Entidad adelanta la reposición de la Escuela Los Alpes, en el sector rural de Cajamarca, con una inversión social cercana a los $1.400 millones. Así mismo se han desarrollado obras para el mejoramiento de la Escuela Buenos Aires Alto y ha prestado permanentemente el servicio de transporte a los estudiantes de la vereda Los Alpes en dirección al colegio ITAIC, ubicado en Cajamarca, institución donde además se ha garantizado el suministro permanente de agua. En el 2014, ejecutó la reconstrucción de centros educativos como el de la Institución Educativa San Rafael (sector de Calarcá).

Siempre comprometido con el cuidado del patrimonio cultural de la nación, el INVÍAS ha financiado trabajos arqueológicos en la zona por un monto superior a los $4.000 millones, adelantando, al menos 5 prospecciones arqueológicas en el corredor Calarcá –  Cajamarca, conforme a lo determinado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia – ICANH, con los cuales se han recuperado aproximadamente 35.000 fragmentos cerámicos, estableciendo que la zona por donde transcurre la actual vía fue probablemente habitada por diferentes grupos humanos, conocidos comúnmente como las culturas Quimbaya y Pijao, las cuales habitaron la zona entre el año 0 y el 500 D.C.

El Instituto apoyó, así mismo, la instalación de 190 baterías sanitarias; diseñó e implementó la red de monitoreo hidrometeorológico mediante la instalación de 10 estaciones hidrométricas y 8 meteorológicas, así como un programa de modelación; realizó talleres de cultura vial y brindó atención a veedores de los departamentos del Tolima y Quindío; llevó a cabo campañas de seguridad vial, programas de habilitación laboral y protección de afectación al patrimonio arqueológico, entre otros.

Con estas acciones, y la articulación de las distintas entidades del Gobierno nacional y  las comunidades, el INVÍAS demuestra que es factible ejecutar proyectos de gran magnitud para el país, como el túnel de La Línea, que preserven los ecosistemas estratégicos de la zona, promuevan el desarrollo y la competitividad de las regiones y sus habitantes  y sean a la vez perfectamente sostenibles y acordes con el medioambiente.

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